Este proyecto se situa en la localidad de Catarroja, una población del área metropolitana de València que conserva aún, al menos en determinados barrios, un sabor a tradición, a pueblo, del cual la arquitectura es en buena parte responsable. Así, ante la necesidad de construir una vivienda de nueva planta, surge la primer reflexión que nos apremia a desarrollar una propuesta que conserva este carácter, que sigue hablando del pueblo, de su arquitectura y de sus agentes aún con un lenguaje contemporáneo.
La estrechez de la parcela y la necesidad de articular una vivienda larga suponen dos condicionantes de partida que no favorecen la creaciópn de espacios amplios y bien iluminados. Así, las reflexiones iniciales de este proyecto buscan encontrar soluciones a este problema desde el germen del proyecto.
En este caso, la reflexión en torno a estas condiciones de partida lleva a establecer dos estrategias para resolver por una parte la estrechez de los espacios, y por otra parte, la falta de iluminación natural en el centro de la vivienda. Así, la creación de una diagonal en planta baja que condiciona los espacios y la geometría del mobiliario y las carpinterías, permite que los espacios de día ganen visualmente la totalidad del ancho de la parcela al tiempo que crean una fluidez y riqueza espacial que contrasta con la regularidad de la parcela