Al situarse el proyecto en una urbanización en desarrollo, integrado entre multitud de viviendas de nueva construcción sin coherencia de ningún tipo, resultaba complicado encontrar algún punto de partida para el proyecto, más allá de las preferencias de programa del cliente. Especificó su deseo de construir una vivienda en una sola planta con una separación evidente entre la zona de día y la zona de noche.
Éste fue pues el punto de partida, además de dotar a la vivienda de una calidad espacial también en altura. Para ello, se decidió crear un patio inglés que convertía el sótano, además, en una estancia habitable y de calidad, ofreciendo un patio fresco vinculado a éste para los meses de verano.
Otra de las premisas del proyecto fue crear diferentes filtros de privacidad en función del uso de la estancia que protegían. Por este motivo, el primer filtro de privacidad que encontramos al acceder a la vivienda es una piel metálica que, sin impedir el paso del aire o la luz, impide en buena medida las visuales hacia el interior desde el acceso de la misma. El segundo filtro lo encontramos en el patio central de la vivienda, que articula la zona de día y la zona de noche. Se trata de un filtro totalmente opaco, mucho más másico, que protege la parte más íntima y permite el uso independiente de una zona y otra. Independencia que se ve reforzada también por la disposición de las circulaciones y el esquema general de la vivienda en forma de peine de forma que las dos alas quedan unidas sin interferir entre ellas.
Otro de los ejes del proyecto es la presencia de los patios. Este elemento, tan arraigado en la cultura mediterránea, presenta numerosas ventajas en nuestro clima. En concreto, en el proyecto se disponen dos patios a cotas diferentes: el patio inglés y el patio central. La presencia y orientación de cada uno de ellos crea un patio cálido y otro fresco de forma que cada uno de ellos puede utilizarse durante unos meses del año, además de favorecer la ventilación cruzada en la zona de día.
La circulación principal se concibe como un tránsito hacia la zona más privada. Empieza con una pasarela cubierta sobre el patio inglés, que en este punto actúa a modo de foso, marcando de forma evidente una diferencia entre el espacio público de la calle y el espacio privado que conforma la vivienda. Más adelante, una vez pasada la zona de día, esta circulación adquiere un carácter totalmente diferente. A un lado de éste encontramos un terrario con un tragaluz y al otro el patio central. Así, la circulación no se entiende como un mero pasillo sino que adquiere otras funciones que la dotan de interés y significado
Fotografías: David Zarzoso
Publicado en: Metalocus, Veredes, Archidiaries
Proyecto: Endalt Arquitectes 2017-2020